Publicada por Harris
Comics en el especial “Vampirella / Drácula: The Centennial"
(octubre de 1997). Traducida por Maese ABL
¿Cómo redefines un personaje que ha llegado a
ser una leyenda; un personaje que es parte de nuestra cultura y del
mito? ¿Cómo? Es simple, encárgaselo a Alan Moore.
Desde su debut en
1980, Alan ha cambiado la forma en la que vemos los cómics. Sus
remarcables logros incluyen Watchmen, V
de Vendetta, From Hell, así como
también la posiblemente mejor historia de Superman jamás contada,
“Qué le pasó al hombre del Mañana”
Alan nos habla de su visión de Drácula para
el nuevo milenio:
Antes de que empecemos a hablar sobre tu historia,
necesitamos contextualizar un poco al personaje. ¿Cuál piensas que
es el encanto de Drácula o de los vampiros para nuestra cultura?
El encanto del vampiro
para nuestra cultura viene de hace tiempo y es complejo. Podemos
seguir la pista no sólo del vampiro, sino del campo entero de terror
sobrenatural desde los poetas de ultratumba del siglo XVIII. Han
estado dando protagonismo a las tumbas en el momento más o menos de
la desintegración, donde los muertos tienen sólo una residencia
temporal. En estas tumbas, el cuerpo sería primero enterrado y luego
cuando la carne se ha descompuesto parcialmente, era desenterrado y
los huesos separados.
Alrededor del siglo
XVIII, parece que como cultura hemos sufrimos un número de cambios
psicológicos en los que las pruebas de la muerte que llenaban la
vida diaria fueron “barridos bajo la alfombra”; como cultura, ya
no queríamos tener el olor de la muerte a nuestro alrededor, ya no
queríamos ver más cuerpos ni huesos; empezamos a satanizarlo todo.
Ya no quisimos sentirnos tan cómodos con la muerte como
anteriormente lo habíamos hecho. Esto se debe quizás al desarrollo
de la Edad de la Razón. El ataque a las nociones tradicionales de
Dios y un más allá provocó que la gente perdiera la certeza de un
cielo y así, la muerte dejó de ser ya un mero peldaño de piedra.
Sin embargo, la muerte
ES una de las partes principales de la vida humana, y realmente no
podemos suprimirla por completo. Después de los poetas de ultratumba
vinieron los escritores góticos que le dieron la vuelta a todos los
adornos de la muerte para convertirlos en una especie de “fantasía
azucarada” en la que la gente podía deleitarse, desde la comodidad
y seguridad de sus salones. De alguna forma, fue un intento de
domesticar a la muerte – para quitar las pruebas reales de la
muerte de nuestras vidas y sustituirlas por un desfile de demonios y
diablos y monstruos... con los que pudiéramos disfrutar del placer
de lo que le pasa a otro. De esa galería grotesca, el vampiro es
obviamente uno de los más excitantes y atractivos. El vampiro no
sólo está lleno de la fascinación morbosa que los muertos poseen,
sino que es también increíblemente sexual. La idea de transferir
fluidos corporales, sea sangre o de otra clase, es una idea sexual.
El vampiro ha sido ampliamente retratado como una figura sexual que
representa los elementos del sexo y de la muerte, y así se puede
comprender el atractivo del vampiro.
¿En qué difiere Drácula de la mayoría de
interpretaciones?
En mi propia historia,
las motivaciones de Drácula llegan a ser crípticas. No estamos
completamente seguros de qué es. Su motivación en la historia
tradicional es simplemente buscar sangre fresca, pero ahora hay otra
posible agenda en juego. Es un Drácula con conocimiento y muy
consciente –de sí mismo y de su ficción. Lo que hace esta nueva
interpretación tan aterradora es que no sabemos qué está pasando –
ya no está domesticado por las leyes y la lógica que conocíamos y
entendíamos. Mi versión es consciente esas otras representaciones
pasadas; es consciente de toda la historia mediática de Drácula. Mi
versión existe en un mundo donde los libros y películas de Drácula
también existen. De alguna manera, eso lo convierte en un concepto
extraño, porque lleva todo el tema a la borrosa línea entre
realidad y ficción. De alguna manera, le da al concepto básico el
giro suficiente para hacerlo fresco de nuevo. El principal problema
de los vampiros es que ha llegado a ser un esquema tan repetitivo,
lleno de clichés tales como los ojos rojos, los colmillos, el
murciélago de goma cogido en una cuerdecita... que lo que yo he
intentado es hacer un Drácula muy poco familiar. Lo he sacado del
castillo gótico y lo he contextualizado en un perturbador concepto
moderno. El efecto que persigo es renovar la gastada paleta vampírica
del lector.
¿Cómo se te ocurrió esta aproximación?
Cuando contactasteis
conmigo para escribir sobre Drácula, pasé un tiempo pensando en lo
que el personaje significó para mí la primera vez que lo leí, e
intenté conectarlo con la impresión inicial. Al mismo tiempo,
empecé a pensar lógicamente en lo que Drácula se había convertido
en estos años intermedios y traté de descubrir lo que yo sentía
que tenía de equivocado.
Una de las cosas sobre
los vampiros y Drácula es que las historias de vampiros han llegado
a ser un simple ejercicio de lógica mecánica. Todos sabemos lo que
hay que saber sobre los vampiros: Están atados por leyes más
físicas que los seres humanos. No pueden caminar a la luz del día y
el agua bendita, las cruces, los espejos y el ajo los repelen.
Sabiendo esto, la historia de vampiros llega a ser un ejercicio
mecánico. La historia empieza con un vampiro en libertad, los
personajes encuentran su castillo y entran en él a la luz del día,
entonces escapan por un pelo, logran abrir su ataúd justo cuando el
sol se está poniendo y le clavan una estaca en el corazón. Fin de
la historia.
Al haberse acumulado
toda esta tradición, las historias pierden la frescura sobrenatural
del original – lo que los lectores del Stoker terrorífico deben
haber experimentado con la llegada de su concepto nuevo. Yo he
tratado de restablecer algo de esa frescura sobrenatural de lo
extraño, haciendo esto más un tipo de concepto poco familiar.
En lo que yo llamaría
un informe realista de los sobrenatural, tenemos la sensación
predominante de que nadie tiene la menor idea de lo que está
pasando. Es completamente insondable y se volverá insondable. Lo
sobrenatural no aporta una sensación genuina junto al resto de la
realidad y eso es por lo que es tan aterrador.
Se valora claramente el estilo de un artista
cuando te aproximas a una historia. ¿Cómo afectó la elección de
Gary Frank & Cam Smith a tu visión de la historia de Drácula?
Yo esperaba algo muy
claro y moderno de Gary, que es muy atractivo, pero no necesariamente
algo de las imágenes tradicionales de Drácula en las que yo habría
pensado en un principio. Pensé, bueno, vamos a situar esta historia
en un implacable mundo moderno y veamos qué ocurre. Vamos a hacer
esta historia clara y moderna, sin todas esas telarañas y tumbas sin
sentido de Transilvania. Al librarnos de todos esos adornos de la
floritura gótica de los sudarios y las sombras, el horror llega a
ser más aterrador. Un lector que no sabe lo qué esperar se inquieta
más. Eso es de lo que va el miedo genuinamente – lo incierto, lo
inesperado.
Habiendo leído tu guión para esta historia, y
también por tu reputación, se dice que tienes los guiones más
detallados e intensos de la industria. ¿Cómo es tu proceso físico
para ponerte a escribir una historia?
La primera cosa que
hago es descubrir a los personajes que tengo para la historia, y
ENTONCES hacerlos encajar en el argumento que tengo en mente. Luego
intento trazar a grandes rasgos las páginas que cada parte del
argumento ocupará. A continuación, divido cada página individual
en viñetas y dibujo garabatos totalmente indescifrables (entendidos
sólo por mí) que representan a las figuras y sus acciones. Una vez
que logro planear la historia, vuelvo y añado el diálogo. La etapa
final consiste simplemente en discutirlo a fondo.
¿En el proceso físico de escribir, las ideas
llegan hacia ti?
Es un proceso muy
sencillo, pero a menudo durante el trabajo en una historia saltan
pequeñas “chispas” extra que se añaden al contenido de la
historia. Tienes que estar abierto a las ideas. En la historia de
Drácula, hay una parte en la que pongo a Jack a hablar de las
coincidencias de los nombres de los personajes de Drácula con su
propia situación – incluso señalando que Mia, el nombre de su
esposa, se parecía mucho a Mina (el nombre de la esposa de Jonathan
Harker en la novela). Más tarde, en la narración hago que Jack se
refiera a su esposa como Mina. En realidad, cometí un error mientras
mecanografiaba el diálogo. Llegué hasta el final del desarrollo del
diálogo y me di cuenta de que había un error, pero entonces pensé
que sería mucho más fresco si él fuera el que cometiera el error
en vez de yo. De modo que puse una línea en la que decía: “¿He
dicho Mina?”. Me gusta probar e introducir estas pequeñas chispas
que surgen. No obstante, aunque no ocurran, ha de ser una buena
historia.
¿Qué te atrajo de escribir cómics?
Era un área donde yo
sentía que podía aportar algo. En 1980, cuando yo comencé en este
campo, había muy pocos escritores buenos de verdad – el arte era
el principal atractivo de los cómics. Por ese tiempo, los artistas
habían progresado mucho más que los escritores, y había espacio
para dar algunos saltos de mejora. La otra razón de que yo estuviera
interesado en los cómics era debida puramente al hecho de que los
cómics combinan dos formas primarias de lenguaje – la palabra y la
imagen. No hay nada tan perfecto como la forma exacta en que los
cómics combinan la palabra y la imagen. Esa perspicacia es tema
central en mi trabajo.
¿Tus influencias?
Muy, muy amplias en
términos de literatura. He sido muy influenciado por William
Burroughs, no tanto por su estilo de escritura como por su
pensamiento, por su aproximación al trabajo. En términos de música,
tengo muchas influencias de Brian Eno. De nuevo, no tanto la manera
en que toca sino la manera en que piensa que está tocando.
Probablemente, cada cosa que he leído alguna vez, para bien o para
mal, ha tenido alguna clase de influencia, y no se deberían
minusvalorar las influencias negativas. Por ejemplo, una de las
formas en que me vinieron mis ideas para escribir sobre el género
superheroico fue leer a mucha gente que hacía superhéroes mal. Me
permitió ver las cosas con una nueva visión, tan lejos como estaba
preocupado.
Fuiste el primer escritor superestrella. ¿Cómo
afectó esta notoriedad a tu trabajo?
La relación entre yo
mismo y la obra que estoy escribiendo es lo único sagrado. Después
de eso, el proceso está fuera de mi alcance. Yo sólo estoy
interesado en el trabajo. No puedes pensar en la forma en que un
crítico piensa; y yo no puedo pensar en mi público así. Con todo
lo que yo adoro a mi público, de verdad que no puedo pensar en ellos
así, porque si lo hago e intento adivinar lo que querían, yo no
estaría haciendo mi trabajo. No estoy aquí para darle al público
lo que quiere, estoy aquí para darle al público lo que yo pienso
que necesita, lo que es una cosa completamente diferente.
COMPLEMENTO: Historia en español
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