Aunque Alan Moore
comenzó su andadura profesional en el mundo del Cómic ejerciendo como dibujante, su camino más reconocible
siempre ha sido el de escritor, tan brillantemente lleva desempeñando estas
funciones. Sus labores al dibujo se dieron a conocer a una escala más local
o minoritaria y parece que la estrella en que se convirtió luego ha
eclipsado esa otra faceta suya, que nos parece que también es esencial para
conocer al autor, tanto por el sustento económico que le supuso en
sus comienzos y que permitió el débil lazo que le afianzara en la aventura
de encaminar sus pasos hacia esta profesión, como por toda la experimentación
y aprendizaje que estas prolongadas tareas le brindaron. Él mismo siente
que el grueso de su obra al dibujo “no sea lo que los lectores de Alan Moore
esperan”, y por eso mismo se mantiene en el deseo de que no sea reeditada, si
bien parte de ella ha sido incluida en el magnífico libro -e
incomprensiblemente aún sin publicar en nuestro país- “The Extraordinary
Works of Alan Moore” de George Khoury.También, cuando en 2008 Pádraig
Ó Méalóid le informa que muchos de sus cómics están en Internet,
Moore le responde que le parece fantástico que haya una forma no lucrativa de
que la gente pueda acceder a esos trabajos suyos. Por otro lado, en una
reciente entrevista a Alex Musson (2010) reconoce: “Siempre quise ser
dibujante underground, sólo que me quedé en punto muerto”.
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Éste es el texto que nos ha inspirado una de las actividades
que se propone este blog: alumbrar el trabajo gráfico profesional (en
principio) de Moore a la lengua castellana, y que comienza con Roscoe Moscow (1979-80).
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