Cada año que
permaneció en la revista ‘Sounds’, Alan Moore
alias “CURT VILE” fue preparando especiales navideños
que muestran el compromiso del autor con la publicación que le dio
la oportunidad de comenzar a trabajar en el mercado del cómic,
incluso en la última etapa cuando ya comenzaba a hacerse un nombre a
tener en cuenta en la industria y recibía encargos de más
relevancia y mejor pagados.
Así, encontramos en
diciembre de 1979 un juego de mesa y una tira cómica; en 1980
este “TEN LITTLE LIGGERS!” y en las dos últimas navidades
que trabajó para ellos, 1981 y 1982, sendos especiales
sobre la serie de tiras “THE STARS MY DEGRADATION”,
centradas en desarrollar más el carismático personaje Axel
Pressbutton.
“TEN LITTLE
LIGGERS!” (que hemos traducido como ‘¡Diez un pelín
gorrones!’) es una historia de 4 páginas con carácter
independiente del resto de personajes que había desarrollado en
Sounds. Nos presenta una pandilla de macarras donde hay una
enorme diversidad de personalidades y condiciones, y son
invitados a pasar una juerga en el tenebroso Hotel Sobrecogedor.
Jugando con la ironía de que ya de por sí este variopinto grupo a
la gente “normal” le pueda parecer aterrador, Moore pronto
empieza a utilizar con dominio clichés del género de terror,
aderezado con mucho humor del que le caracteriza en esta etapa
(en todas sus vertientes: absurdo, inteligente, juegos de palabras,
lo obvio, lo grotesco, parodia, expresiones malsonantes,...) y por
supuesto numerosas alusiones musicales reconocibles para el lector
medio de la revista, todo ello con objeto de llegar a una conclusión
donde presenta cómo ve la política internacional del momento
y culmina con una reflexión sobre la fiesta navideña y el año
que termina.
El trabajo viene
firmado solamente por Curt Vile, pero en la primera viñeta éste se
cita a sí mismo junto a Alan Lewis y Garry Bushell
como quienes nos traen este “cuento de crueldad navideña”
por ser aficionados “al terror, la tortura y a Marty Robbins”.
No tenemos datos del grado de aportación real que hicieron las
otras firmas que acompañan, aunque sí hemos podido comprobar que al
menos Bushell era un colaborador de la revista con el que Moore
coincidió por ese tiempo.
Aquí os ofrecemos
por tanto “Ten little liggers!” para su disfrute... su lectura
nos revela cómo cada vez más el autor se iba consolidando como una
estrella del entretenimiento.
Trabajo de traducción
y maquetación: por Maese ABL
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